Margarita Solbizer: "La Argentina es un pais que no podràn destruir ni los Kirchner"

Hoy el gobierno ataca a la justicia, pero la realidad es que el ciudadano percibe la falta o la ineficacia de la misma. ¿Usted que ha estudiado el tema, podría hablarnos del mismo?

Son dos cuestiones diferentes. El gobierno ataca a la justicia porque en ese poder le han frenado algunas medidas claramente inconstitucionales y entonces lo que busca el PEN es descalificar a los jueces para poder, también, descalificar esas medidas. Por otro lado, la queja del ciudadano es por la lentitud que se advierte en los procesos judiciales y la falta de eficacia en su labor específica de protección de los derechos de las personas. No se puede admitir la ingerencia del ejecutivo en el judicial, ni la descalificación. Y se deben hacer esfuerzos por mejorar la labor de la justicia.

¿Cual debería ser el rol de la oposición de cara a los dos años que le restan de mandato a la presidente Cristina Fernández?

La oposición debe antes que nada y rápidamente discutir un programa de gobierno, convocar a expertos, organizaciones y ciudadanía a discutir el futuro de la Argentina, transmitir certezas sobre ese futuro, seriedad, consistencia programática. Y también avanzar en los acuerdos politicos entre fuerzas afines que se comprometan en ese programa. Luego, se debe discutir estratégicamente los acuerdos de gobernabilidad entre todos, partidos y organizaciones sociales y económicas, para después del 2011.

¿Es correcto hablar de la oposición como si fuera una unidad? ¿Esto no presta a confusión?

La oposición no es un colectivo uniforme. Ni somos ni pensamos lo mismo. Esto no debe afectar ese espacio ni debe recaer sobre éste un reclamo de unidad que impida el reconocimiento de la diversidad y de la pluralidad como un valor de la democracia. Es necesario diálogo entre las fuerzas de la oposición pero eso no puede traducirse en un acuerdo electoral de unidad.

¿Como ve al G.E.N posicionado en las próximas elecciones? ¿Dónde se ve usted?

El GEN es un partido nuevo, consolidado en la provincia de Buenos Aires y potencialmente también creciendo en otras provincias y la Capital. Vamos a trabajar a favor de la construcción de un frente progresista amplio que dispute el poder real en el 2011. En la prov.de BA vamos a tener un lugar central en ese armado, ya que contamos con un buen desarrollo territorial y excelentes dirigentes muy bien posicionados. Y en lo nacional también estaremos en la mesa de discusión. A esos fines, para darle mayor potencialidad a la posición de centroizquierda dentro de ese armado, avanzamos en acuerdos estratégicos con el Partido Socialista, la potencia de ellos en Santa Fe y la nuestra en Buenos Aires serán fundamentales en cualquier armado nacional.

¿Ve en el Acuerdo Cívico y Social una construcción política a futuro con ambición de poder?

Si, claro. Es la fuerza que ha quedado mejor posicionada en la elección de junio pasado. A mi criterio se ha perdido tiempo y se han dilapidado oportunidades de consolidar ese espacio como única alternativa real al 2011. Pero sin duda, será el Acuerdo, y ojalá en el marco de un frente progresista más amplio, una de las fuerzas que compita por el poder para gobernar en el próximo período presidencial.

¿Cuáles son los puntos más importantes a atacar en la provincia de Buenos Aires si el Acuerdo Cívico y Social fuera gobierno hoy?

Muchos. Hay que cambiar demasiadas cosas después de más de 20 años de gobierno de un mismo partido (el PJ) que deja la provincia en una situación desastrosa. Hay que recuperar la provincia como un territorio con identidad, capacidad productiva y buenas condiciones de vida. Hay que asegurar los recursos para lograrlo y por eso lo primero es recuperar una posición de autonomía provincial en el reclamo al gobierno nacional por los recursos que nos corresponden. Y hay que mejorar la calidad y accesibilidad de la educación y la retención de los estudiantes adolescentes, la salud pública, la seguridad ciudadana, el trabajo aprovechando nuestras ventajas comparativas. Hay que tener un plan estratégico que abarque todos estos planos simultáneamente.

Hagamos un poco de futurología, ¿Qué país nos van a dejar los Kirchner en diciembre del 2011?

Trato de no ser la agorera de los males por venir. La Argentina es un país que no podrán destruir ni los Kirchner. Es cierto que los fracasos y defraudaciones que provoca la política generan una sociedad cada vez más descreída de la política. Pero las nuevas generaciones vienen con mayor ímpetu y voluntad de involucrarse. El país se recupera si comenzamos a pensarnos en clave mundial, aprovechando oportunidades y respetando la ley, asegurando reglas de juego para todos.

Desde el punto de vista del genero, ¿Considera que la sociedad percibió alguna diferencia en la forma de gobernar de Cristina Kirchner?

Ninguna desde la perspectiva de género. Ella gobierna igual que su marido porque son una sociedad conyugal, política y de negocios. Me desagrada su autovictimización por su condición de mujer, intentando por esa vía rechazar críticas que no van en esa dirección sino sobre su mala gestión.

¿Considera que la discusión que se genera en el congreso deja en la sociedad la sensación de que es una discusión solo entre políticos?

Si, lamentablemente. Hay que salir rápidamente de estas discusiones para involucrarnos en aquellas cuestiones que tienen más que ver con la vida cotidiana de las personas. Aunque todos estos temas están también íntimamente relacionados con aquellos. Que los Kirchner hayan rifado nuestras riquezas y oportunidades afecta a todas las personas. Que nos hagan perder oportunidades, impide nuestro crecimiento y nuestras posibilidades de empleo. Que lo hagan sin controles agudiza nuestros conflictos. Por eso la discusión del congreso, que intenta controlar y poner límites, no es inocua.

Hace poco utilizó en una misma frase la palabra utopia y militancia, dos términos que están ausentes de los discursos de la dirigencia política ¿Cuál es su reflexión?

La utopía, nos han enseñado, es lo que nos hace caminar todos los días. Es lo que nos da fuerzas. Podremos gobernar, cambiar, mejorar las condiciones de vida para todas y todos, si tenemos esa utopía. Y para eso hay que militar en la utopía. La militancia es la acción de todos los días relacionada con las ideas. Es salir cada mañana dispuesto a trabajar, a estudiar, a persuadir, a consensuar, para alcanzar el sueño de la sociedad más justa. No hay justicia si no hay sueño de alcanzarla y si no hay un trabajo consecuente, esforzado, colectivo que lo haga realidad.